El presidente Luis Arce se reunió este martes con las cinco regionales de los pueblos indígenas de Beni y con dirigentes históricos, quienes presentaron sus demandas de desarrollo para ser atendidas por el Gobierno. La cita fue en Trinidad, desde donde partió una marcha de originarios, hace 21 días, en contra de avasallamientos de sus comunidades.
El mandatario escuchó los distintos pliegos petitorios presentados por las organizaciones indígenas, así como las demandas de las bases, es decir de los afiliados a esas organizaciones.
A la reunión con Arce asistieron Guillermo Suárez, presidente de la Central de pueblos indígenas de Beni; Fermín Yacuba, presidente de la Central indígena de los pueblos mojeños; Pacífica Melgar, presidenta de la central de mujeres indígenas; Carlos Saravia, presidente del Gran Consejo T’siman; Yolanda Álvarez, representante del pueblo Movima; Justo Molina, presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente, Chaco y Amazonía de Bolivia (Cidob), así como dirigentes históricos como Ernesto Noe, entre otros.
En su intervención, el presidente saludó a representantes de los pueblos Baure, sirionó, cabildo indigenal, mojeño trinitario, Cirabo, entre otros y exhortó a la unidad de todas las organizaciones indígenas.
Dijo que la derecha es la que busca dividir a los pueblos indígenas de Beni. Recordó que el Gobierno viene de la cultura del diálogo y destacó la importancia de que la Constitución Política del Estado reconozca e incluya a los pueblos indígenas.
“Pueblos indígenas, no están solos, aquí está su gobierno nacional que les va a ayudar”, manifestó para luego anticipar que toma nota de todas las demandas presentadas por las organizaciones.
Por su lado, Carlos Saravia, presidente del Gran Consejo T’siman, presentó un pliego petitorio que incluye la instalación de una unidad educativa, un centro de salud, caminos, programas productivos, proyectos de protección territorial y tendido eléctrico.
Saravia, sin embargo, no mencionó los avasallamientos que están sufriendo comunidades ubicadas sobre el río Maniqui (arriba) como lo denunció la semana pasada el indígena y concejal masista, Candido Nery, a las autoridades del INRA, que asistieron a la capital borjana.