Por: Gery Suárez
Aulas semivacías y el descontento de la directora Yolanda Huanca marcan el inicio de las clases semipresenciales en la Unidad Educativa San Ignacio del Maniqui. Muchos de los estudiantes no están asistiendo con regularidad y sus padres tampoco piden licencia para sus hijos.
Por la pandemia del Covid-19 los estudiantes son divididos en dos grupos, siempre y cuando el curso tenga más de 20 alumnos. El primer grupo pasa clases los lunes, miércoles y viernes, mientras que el segundo lo hace martes, jueves; sin embargo, la asistencia se invierte en la semana siguientes para que el avance sea igual en todo el alumnado.
“Lamentablemente (hay) grupos de estudiantes de 15 que solo llegan cuatro o cinco. A una maestra de 12 alumnos que tiene (registrado) le vinieron cuatro. Eso deja con una sensación desagradable. Las licencias no llegan a cubrir la cantidad de ausencia”, afirmó Huanca a San Borja Digital.
La directora puso como ejemplo el ausentismo de ocho estudiantes que no asistieron el 3 de agosto. “Solo tenemos licencia de dos alumnos y del resto no sabemos las causas del porqué no han asistido”, indicó la educadora.
Huanca añadió que cuando el estudiante falta a clases el profesor de la materia o del aula envía un mensaje (vía WhatsApp) al padre o apoderado para que justifique la ausencia del alumno. Se espera unos dos o tres días para que responda; en caso de no existir una respuesta la dirección envía una citación para que se hagan presentes el responsable del alumno en el establecimiento.
Por su parte, la profesora, Karina Suárez, destacó la vuelta a clases con medidas de bioseguridad, ya que la enseñanza a distancia era complicada por la falta de condiciones de las familias borjanas.
