Por: Gery Suárez
Golpeados por la pandemia la artesanía busca reactivarse en San Borja. Antonio Martínez, dirigente y un artista con las manos al igual que su cuñada, Sandra Callaú, buscan reactivar la economía de este rubro, que al igual que muchos fue golpeado por el Covid-19.
“Por la pandemia nos fuimos al campo y no tuvimos ingresos”, afirmó a San Borja Digita, la señora Sandra, mientras lustra un plato churrasquero redondo, una pieza, que con el transcurrir los segundos brilla como un diamante.
Su esposo, Antonio Martínez, pionero de esta actividad en San Borja, asegura que, la crisis sanitaria golpeó con todas sus fuerzas a los artesanos y en particular a la economía del sector. “Yo recién he pagado mi crédito y con retraso, pero estamos pagando”, afirmó.

Recuerda, que en los buenos tiempos participaban en la Feria Internacional de Santa Cruz (Fexpocruz) en el mes de septiembre. “Éramos los primeros invitados por la calidad de nuestros trabajos”, indicó Martínez que comenzó a trabajar la madera desde hace 21 años.
“A Santa Cruz asistíamos artesanos de San Borja, Galilea y de otras comunidades”, señaló. Martínez indicó que para participar en la Fexpocruz recibían apoyo de la Prefectura (ahora Gobernación) y del municipio, ya que se requiere entre 15.000 y 20.000 bolivianos para pagar el derecho de un estand en los predios ferial.
Martínez también tiene la satisfacción de haber contribuido a la enseñanza de personas que llegaron a su taller como trabajadores, pero que después se independizaron. “Me alegra eso que hay gente que ha aprendido y siguen trabajando a nivel nacional”, aseguró.
Este artesano es un convencido que a puro trabajo y dedicación se saldrá de la crisis sanitaria y económica. “Le hemos puesto el hombro y seguimos trabajando”, cerró Martínez.